martes, 28 de junio de 2011

4º CAMPAÑA “UN TRATO POR EL BUEN TRATO”






Villa María, 24 de junio de 2011






LANZAMIENTO DE LA 4º CAMPAÑA “UN TRATO POR EL BUEN TRATO”

La Mesa de Trabajo de la campaña “Un Trato por el Buen Trato” informa que el próximo miércoles 29 de junio a partir de las 10, 30 horas se realizará el lanzamiento de la 4º campaña consecutiva contra el maltrato de niños, niñas y adolescentes.

La reunión tendrá lugar en General Paz 260 y están invitados a participar todos las instituciones, organizaciones, medios de comunicación y particulares de la ciudad.

Los interesados en consultar detalles o realizar entrevistas pueden comunicarse a los números 4538108 / 154140393 o al correo electrónico aquibuentrato@yahoo.com.ar.

Cabe recordar que en el año 2007 este proyecto comenzó a dar sus primeros pasos con la conformación de una Mesa de Trabajo  formada por instituciones de nuestro medio, ONGs, y personas que preocupadas por la temática del maltrato hacia niños, niñas y adolescentes, decidieron ocuparse y planificar una serie de acciones para abordar la temática desde un a perspectiva esperanzadora.

En este marco, ya llevamos transitadas tres campañas, este año queremos poner en marcha la 4ª Campaña UN TRATO X EL BUENTRATO, para   concientizar y movilizar a la sociedad de Villa María y la región, en la prevención  de maltrato y la promoción de buen trato, como una alternativa que cambie la calidad de vida de los ciudadanos.  Es nuestro deseo invitarles a conocer nuestra iniciativa y formar parte de la misma.

Esperando contar con la presencia de ustedes, los saluda cordialmente la Mesa de trabajo por el Buentrato.

martes, 21 de junio de 2011

La explotación de niños o el trabajo infantil



Se entiende por trabajo infantil a toda actividad económica y/o estrategia de supervivencia, remunerada o no, realizada por niñas y niños, por debajo de la edad mínima de admisión al empleo o trabajo, o que no han finalizado la escolaridad obligatoria o que no han cumplido los 18 años si se trata de trabajo peligroso.

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) encontró en la provincia de Neuquén un predio rural, dedicado a la recolección de frambuesas, donde trabajaban extranjeros indocumentados y menores de edad.
Se trata de una finca de 14 hectáreas, ubicada en la localidad de Plottier, a 15 kilómetros de la capital neuquina.
En el predio rural producen mayormente frambuesas y, en menor medida, cerezas y frutillas. Los menores que trabajan tienen entre 12 y 14 años y los extranjeros son de nacionalidad boliviana.
  • Trabajo infantil en el sector rural
Diferentes estudios relacionados con la situación rural demuestran la significativa disminución de la población económicamente activa agraria.
El trabajo infantil en el medio rural se comprende mejor si se aprecia que; junto con esta disminución de la mano de obra rural, se ha producido un aumento porcentual de la fuerza laboral de los menores en el campo argentino.
Una de las modalidades habituales de inserción de los niños en las actividades laborales es el trabajo junto a los padres. Esta modalidad de trabajo con incorporación de niños es muy frecuente en ciertas actividades de la cosecha y en los primeros procesamientos de algunos productos agrarios.
Al ser ilegal esta práctica, solo puede darse en el sector informal y en consecuencia sobre la remuneración no existen cargas sociales ni administrativas ni seguros.
  • Trabajo infantil urbano
Los procesos de urbanización y las características socio económicas de las últimas décadas han elevado el volumen de niños y niñas que trabajan en las grandes urbes.
Según el INDEC en Argentina un 53% de personas que residen en los grandes conglomerados urbanos están por debajo de la línea de pobreza y en todo el territorio nacional los niños y niñas pertenecientes a hogares pobres constituyen el 72,3%.
Las tasas de desocupación llegan al 21,5 %, las de subocupación demandante al 12,7% y las de subocupación no demandante al 5,9%
Los trabajadores infantiles urbanos, se hallan mayoritariamente en el sector informal y constituyen un núcleo considerable que realizan trabajos en forma dependiente o independiente en condiciones de gran precariedad, de riesgo y sin cobertura.
En el medio urbano, el trabajo infantil implica generalmente alguna actitud coercitiva por parte de los adultos.
Las modalidades que más asume esta problemática en el ámbito urbano son:
Mendicidad; recolección de residuos en la vía pública; venta ambulante; reparto de estampitas; venta de productos o flores en bares y restaurantes; acompañantes de adultos que venden o mendigan en transportes o en la calle; el trabajo doméstico en hogares de terceros o en el propio en ausencia del los padres en forma habitual; la explotación sexual con fines comerciales, la pornografía y el turismo sexual; tráfico de drogas; servicios a automovilistas en la vía pública (limpia vidrios, abre puertas, malabaristas, etc.); lustrabotas, etc.

Discapacidad y politicas publicas.

Informe mundial sobre la discapacidadOMS y el Banco Mundial por primera vez  producen un informe mundial del tema

Más de mil millones de personas viven en todo el mundo con alguna forma de discapacidad; de ellas, casi 200 millones experimentan dificultades considerables en su funcionamiento.

En los años futuros, la discapacidad será un motivo de preocupación aún mayor, pues su prevalencia está aumentando. Ello se debe a que la población está envejeciendo y el riesgo de discapacidad es superior entre los adultos mayores, y también al aumento mundial de enfermedades crónicas tales como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y los trastornos de la salud mental.

En consecuencia, la Organización Mundial de la Salud y el Grupo del Banco Mundial han producido conjuntamente este Informe mundial sobre la discapacidad, para proporcionar datos destinados a la formulación de políticas y programas innovadores que mejoren las vidas de las personas con discapacidades y faciliten la aplicación de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que entró en vigor en mayo de 2008.

En todo el mundo, las personas con discapacidad tienen peores resultados sanitarios, peores resultados académicos, una menor participación económica y unas tasas de pobreza más altas que las personas sin discapacidad. En parte, ello es consecuencia de los obstáculos que entorpecen el acceso de las personas con discapacidad a servicios que muchos de nosotros consideramos obvios, en particular la salud, la educación, el empleo, el transporte, o la información. Esas dificultades se exacerban en las comunidades menos favorecidas.

El Informe mundial sobre la discapacidad reúne la mejor información disponible sobre la discapacidad con el fin de mejorar la vida de las personas con discapacidad. Ofrece a los gobiernos y la sociedad civil un análisis exhaustivo de la importancia de la discapacidad y de las respuestas proporcionadas, basado en las mejores pruebas disponibles, y recomendar la adopción de medidas de alcance nacional e internacional.

La visión que nos impulsa es la de un mundo inclusivo en el que todos podamos vivir una vida de salud, comodidad y dignidad. Les invitamos a que utilicen los datos de este informe para contribuir a hacer realidad esa visión.

VER EL INFORME EN:
http://www.who.int/disabilities/world_report/2011/summary_es.pdf

domingo, 12 de junio de 2011

NUESTRA DEUDA CON LOS NIÑOS: EL TRABAJO INFANTIL

SOCIEDAD E INFANCIA

NUESTRA DEUDA
CON LOS NIÑOS:
EL TRABAJO INFANTIL

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe reciente expresa que hay  en el mundo más de 250 millones de niños que trabajan.  
           De esta cifra, 179 millones  están expuestos a las peores formas de trabajo, poniéndose en serio peligro la salud física, mental y moral de estos niños. Esta situación se agrava   si tenemos en cuenta que la explotación de los niños en empleos industriales peligrosos y en el comercio sexual está en crecimiento.
Unos 8.400.000 de niños se encuentran sometidos a esclavitud, trata de personas, servidumbre por deudas, trabajo forzoso, reclutamiento obligatorio para intervenir en conflictos armados, prostitución, pornografía, actividades ilícitas o mendicidad. Y 125 millones, en su mayoría niñas,  nunca han asistido a la escuela.
Los niños que se encuentran en situación de calle o no tienen un lugar determinada donde vivir, trabajan por su cuenta  o para “operadores” del sector informal. El 88% de estos niños/as no asiste a la escuela y el 96% son migrantes, es decir, son niños que vagan de un lugar a otro, duermen en los umbrales de los edificios o negocios. En muchos casos su jornada de trabajo comienza a la madrugada.
 Las estadísticas ofrecidas por UNICEF dicen que el 36 % de los chicos que trabajan y estudian aprenden menos  en la escuela.
Este mismo organismo (UNICEF) manifiesta que la masa de niños explotados aumentó dramáticamente como consecuencia de las ideas económicas de la última década y media.  El crecimiento del trabajo infantil ha ido de la mano del proceso de destrucción de la educación pública. “La educación está desfinanciada y en declinación”, afirma UNICEF, mientras informa que “el gasto educativo per cápita ha declinado significativamente”. Como consecuencia lógica, junto al aumento del trabajo infantil crece el número de analfabetos.
El informe de la Organización Internacional del Trabajo  define como trabajadores infantiles a todos los niños económicamente activos con menos de 12 años, a todos los niños entre 12 y 14 años que trabajen mas de 14 horas a la semana, y a todos los niños que teniendo menos de 18 años padecen las peores formas de trabajo.
UNICEF reconoce que “los niños son contratados porque son más fáciles de explotar”. Otros opinan que”los empleadores se benefician con la docilidad de los niños, reconociendo que los niños  no pueden organizarse  legalmente para cambiar la situación”
En la Argentina, desde 1907 está  prohibido el trabajo de menores de 14 años, sin embargo la explotación infantil crece día a día, como consecuencia del desempleo de los adultos, lo que obliga a los  niños/as a sostener a sus  familias. En los hogares donde la  mujer es jefa de hogar, hay mayor número de  niños que trabajan,                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       

CAUSAS
Muchas son las causas  que provocan esta  aberración social, pero sin duda uno de los factores determinantes es la pobreza. Los niños que trabajan son casi en su totalidad niños pobres. En este  contexto de desocupación, el trabajo infantil se evidencia como una “estrategia de sobrevivencia familiar”. Desde esta perspectiva el trabajo infantil excede el ámbito familiar  y  penetra en el campo de lo social.
Otras causas son la discriminación y  la criminalidad, entendiéndose a ésta, no sólo como el abuso y explotación  de los adultos hacia los menores, sino del abuso  y   explotación de aquellos que  poseen el poder económico, entre los que se pueden contar a los empresarios que, para obtener mayor ganancia, usan mano de obra infantil porque es más barata, no tiene derechos, no se pueden agremiar y reclamar, etc.
También son causantes del trabajo infantil, ciertas prácticas sociales, la esquizofrenia por el consumo, la competitividad del mercado, las emigraciones, etc.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               

INFANCIA ROBADA PARA EL  TURISMO
Cada día aumenta el número de niños y niñas sometidos  a la prostitución.
Cuando se viaja, no es extraño recibir junto a la información  turística del lugar que se visite, una carpeta con las ofertas sexuales infantiles. Aunque siempre se ha abusado y explotado a los niños, sin duda nunca se había llegado a un nivel tan amplio y voraz de lucro, como el actual.
            Los principales compradores de sexo infantil  provienen de los países desarrollados económicamente, como  Europa Occidental, América del Norte, Australia,  Japón y los estados del Golfo Pérsico. Los niños explotados sexualmente, provienen de los países más pobres como el sudeste Asiático, África, América Latina y el Caribe.
En las últimas décadas los países de Europa del Este  han comenzado a  exportar niños/as para  prostituirlos o  atraer a los consumidores de sexo infantil a esas regiones empobrecidas.
Estos usuarios de prostitución infantil buscan la impunidad que los países del Tercer Mundo ofrecen,  para realizar esta actividad. También  el temor al SIDA  aumenta la demanda de niños/as,  con la errónea creencia  que por ser chicos, no estarán  contagiados.
Merece un capítulo aparte la explotación sexual de los niños/as vía Internet o la distribución por ese medio de la pornografía infantil.
Enrique Pinedo comenta que en  la  Biblia se  registraron  situaciones trágicas muy parecidas  a  las que  hoy  vivimos   en Latinoamérica. El tráfico de niños/as  y adolescentes se menciona en Joel 3:3,  “…cambiaron niños por prostitutas y, para emborracharse vendieron niñas por vino” .
Pero  es necesario tener en cuenta que  la Biblia es contundente en cuanto a este tema: “ A cualquiera que haga caer en pecado a uno de estos  pequeños que cree en mí, más le valdría que lo hundieran en lo profundo del mar con una gran piedra de molino atada al cuello” .
En nuestras reflexiones “evangélicas” seguramente  pensamos en aquellos niños que no creen en Dios, en que mucho de lo que les pasa es consecuencia del pecado.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   
Una historia entre tantas
           Nunca olvidaré ese día. Cuando entramos al cortadero de ladrillos Claudio nos clavó su mirada llena de angustia y como un quejido de dolor gritó casi silenciosamente “¿Me vienen a buscar? El me va a matar.”. Al momento su madre lo tironeaba del brazo y lo metía en la vivienda, un rancho sin ventanas y con un hueco por puerta de entrada; porque así viven las familias que trabajan en los llamados cortaderos de ladrillos o dicho de otra manera, donde fabrican los ladrillos, eso ladrillos con los que nosotros construimos nuestros hogares.
             Veníamos siguiendo la historia de Claudio desde hace muchos meses. Sabíamos que en ese lugar la vida de este niño de 11 años, no valía nada.
Su edad cronológica no coincidía con  su físico. Cualquiera hubiera dicho que tenía a lo sumo ocho años.
             Su madre, alcohólica, no estaba en condiciones de brindarle la protección que  él necesitaba.
             Claudio era víctima del maltrato  de su padrastro. No solo lo golpeaba causándole mucho daño físico, sino que para evitar las denuncias de docentes o vecinos, utilizaba otros métodos de castigo como dejarlo sin ropa a la intemperie, en le campo durante las noches de invierno. En el mejor de los casos, cuando podía dormir en la  vivienda, no le permitía comer ni un pedazo de pan  como cena. Otras de sus tácticas era patearle las costillas o, después de golpearlo para “ablandarlo”, hacerle pasar la noche en un pozo, que con golpes y amenazas le había hecho cavar. Ese hombre que el niño creía que iba a reemplazar al padre ausente, se trasformó en su torturador. Claudio se alimentaba en el comedor escolar cuando lograba ir a la escuela, pero la mayoría de las veces no asistía porque  su padrastro lo necesitaba para que ayudara en el cortadero.
             No voy  abundar en detalles de todo lo sucedido  durante el día que sacamos a Claudio de ese nefasto lugar. Pasan como en una película las imágenes de ese día, una y otra vez.  Recuerdo la mirada de Claudio pidiendo ayuda y cómo sus lágrimas corrieron por su rostro  cuando le dijimos que esa noche no dormiría allí, que lo llevaríamos a un lugar seguro.
            No se quien le habrá hablado  de Dios, o si realmente alguien, alguna  vez, le dijo a Claudio que Dios existía. Pero cuando subimos a la camioneta, el niño se acurrucó entre los brazos de uno de nosotros y  exclamó con alivio,” anoche y esta mañana le pedí a Dios tantas veces que me salvara, que mandara a alguien que me ayudara y entonces aparecieron ustedes.
   Vio seño, Dios me escuchó y me salvó…”
             Qué bueno pensar que Dios, nuestro amado Señor es más grande de lo que  creemos y pensamos, y se a quién quiere y cómo quiere por su gran amor.

CONSECUENCIAS DEL  TRABAJO SOBRE LA  SALUD  DE LOS NIÑOS
Como ya se dijo, son muy graves las consecuencias que trae el trabajo infantil, entre otras,  lesiones visuales, deformaciones, lesiones óseas, accidentes y muerte. Son numerosos y  muy  crueles  los  métodos usados  para lograr un mayor rendimiento en el trabajo, al punto que, en algunos casos, muchos niños/ as no llegan a cumplir los 12 años.
Por otro lado, trabajar en la oscuridad, acarrear pesos, mantiene posturas no acostumbradas por muchísimo tiempo, afectan el crecimiento y el desarrollo óseo.
La falta de descanso, la ausencia del juego  y la separación  de su familia,  trae aparejado efectos nocivos sobre la psiquis  del niño,  que afectarán toda su vida.  Ni hablar de los daños psíquicos y físicos que acarrear la explotación sexual infantil.
En aquellos casos donde el trabajo infantil es realizado como una forma de subsistencia, además de los riesgos físicos y mentales, el niño empeña su futuro porque, en un altísimo porcentaje  abandona la escuela. Ellos son  trabajadores hoy y analfabetos mañana.
El Director de la Organización Internacional del Trabajo dijo que “La niñez es un período de la vida que debería dedicarse, no al trabajo, sino a la educación y la formación; el trabajo infantil, por su propia índoles y por las  condiciones que se realiza, compromete el potencial  de los niños para llegar a ser adultos productivos y útiles en la sociedad. Finalmente, el trabajo infantil es evitable y es posible progresar hacia su eliminación dondequiera que exista la voluntad política de combatirlo con determinación”
Indudablemente la educación es uno de los factores fundamentales en la prevención del trabajo infantil. La relación niño/ trabajo lleva una alta tasa de mortalidad infantil y alimenta la espiral de pobreza.
            Las  cifras y/o porcentajes  expuestos marcan con fuerza  la magnitud del problema o lo que es peor aún, cuál es su tendencia para  el futuro si la situación no se modifica. Es necesario recordar que cada cifra o porcentaje  hacen referencia a   niños/as  que no logran cubrir las necesidades mínimas de alimentación, lo cual  provocará,  en unos pocos años, un retraso su desarrollo  físico y  mental. Pero también se debe tener en cuenta que esta problemática genera exclusión, resentimiento, perdida de los lazos familiares  y de  los valores fundamentales y  sobre todo, menosprecio por la vida.
            En cuanto a lo educativo, en la mayoría de los casos  los niños y adolescentes abandonan la escuela para salir a trabajar, no en un trabajo calificado sino como “limpia vidrios” o  vendedor de flores.       Todo esto  genera lo que ha dado en llamarse “el  círculo vicioso de la pobreza” que es difícil terminar.
            Cuando  los chicos dejan la escuela para mendigar o trabajar, se corta el proceso de aprendizaje que les permitirá en un futuro acceder a un trabajo de mejor calidad o al menos no tan precario. Una persona sin capacitación  sólo tendrá acceso a un trabajo precario y eso dificultará el sostén de su familia, por o tanto también sus hijos deberán abandonar la escuela  para contribuir al ingreso familiar y  así el ciclo se repetirá indefinidamente si no sucede algo que corte esta cadena.
            Presentado así el problema, la perspectiva futura es aterradora ya que, si más del 70% de los niños viven en la pobreza, la próxima generación de argentinos será una generación que no habrá podido desarrollar de forma natural su capacidad cerebral y física, y para eso no habrá solución.  No solo esta comprometido nuestro presente, sino también el de las futuras generaciones.
           El mundo heredará una generación de trabajadores analfabetos, sin capacitación, con muy bajos ingresos y en malas condiciones físicas.
Los gobiernos de todo el mundo  son concientes que el problema del trabajo infantil exige acciones políticas y económicas  comprometidas para detenerlo. La pregunta que surge como obvia es, si además de esta toma de conciencia   se esta  haciendo algo para cambiar esta situación.

¿HAY ALGUNA SOLUCIÓN?
            No hay una política nacional definida en cuanto al trabajo infantil. Es necesario no solo definirla sino también articularla con otros aspectos relacionados  con las políticas  sociales sobre la infancia y sobre todo con la educación, teniendo en cuenta la gratuidad, obligatoriedad, calidad y orientación del sistema educativo, a fin de que el Estado garantice, a través de las estrategias que se deban aplicar, el acceso a  la educación de todos los niños.
          Analizar la edad adecuada para la incorporación al mercado laboral de manera que no se aliente el abandono y tampoco que se estimule el trabajo clandestino, con las consecuencias que esto provoca  sobre la vida de los niños/as.
         Estas políticas de infancia deben estar relacionadas a las políticas de salud infantil y de empleo, ya que por ejemplo, evitar el uso de mano de obra barata infantil, redundaría en más puestos laborales para los adultos. Se deben promover acciones que lleven al cumplimiento de las legislaciones laborales existentes y una eficiente aplicación de sanciones para los que no cumplan las normas  establecidas sobre el trabajo infantil
         Como se dijo, son múltiples las cusas que alientan el trabajo infantil, y es la pobreza la más fuerte de ellas, pero  no sólo debe verse al trabajo infantil como una estrategia de sobrevivencia individual y familiar, debe tenerse en cuenta su  dimensión macro social y económica.
 La situación de abuso, explotación, violencia y riesgo, son los factores sobresalientes en la problemática social del trabajo. De alguna manera todos los miembros de la sociedad somos responsables de  esta situación. Sin duda,  es el Estado Nacional, Provincial y Municipal, a través de sus políticas, el que debe modificar los factores de riesgo que llevan al acrecentamiento de esta problemática. Pero cuando este no lo asume, ¿debemos quedarnos con la excusa de que a nosotros no nos corresponde?
¿Soy yo acoso guarda de mi hermano? Si, por supuesto que si, hasta que se cumpla la promesa  que está en el libro de Zacarías (8.5)  “Los niños y las niñas volverán a jugar en las calles de la ciudad…”                 
            *  Isaías 65:20  “Nunca mas habrá en ella niños que vivan pocos días,…”

                                                                            Graciela B. de Celis

            “El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensando todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad...
            El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación”
                                             DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO



martes, 7 de junio de 2011

Dia de lucha contra el trabajo infantil

12 de Junio-Dia de lucha contra el trabajo infantil

¿QUE ENTENDEMOS
POR TRABAJO INFANTIL?

El  trabajo infantil no es un tema fácil de definir debido a  que su práctica es muy  compleja y  ha adquirido múltiples formas de expresión.
La Organización Internacional del Trabajo ( OIT) define el trabajo infantil como “un trabajo realizado por menores de 15 años, con excepción del trabajo efectuado en casa de los padres”, siempre que éste sea una ayuda y no impida al niño la asistencia a la escuela. La OIT señala que no  siempre se puede diferenciar cuándo  es realmente trabajo y cuándo es considerado un aprendizaje y fija pautas para verificar  que el trabajo como aprendizaje no se transforme  en una forma de explotación como ser:
·        edad de los niños
·        si el trabajo impide  la escolarización del niño
·         duración de las jornadas de trabajo ( no más de  15 horas semanales)
·         salarios inadecuados
·         condiciones de trabajo que no pongan en peligro la integridad física, psíquica y moral del niño, como el esclavismo o la explotación sexual.
·         y que no sean forzados a trabajar, ni por sus padres, ni por otras personas.

UNICEF hace una clara diferenciación entre dos tipos  de niños que trabajan:
-      los que  dentro de las familias campesinas o artesanas, trabajan para ellas mismas y por la situación de pobreza en la que viven, necesitan del aporte de los hijos. En alguno de estos  casos los niños trabajan sólo algunas horas por día y  asisten a la escuela y en otros trabajan todo el tiempo. Pero  no se puede hablar de explotación, sino de miseria
-      y los que son explotados por un patrón externo.

Hay actividades denominadas  económicamente marginales que  pueden ser legales o no, como la venta de alimentos o golosinas, el lavado de vidrios y / o autos, el cuidado de los automóviles en los estacionamientos, la apertura y cierre de puertas de autos, venta de diarios, recolección de basura o reciclaje de basura. Estos trabajos suelen estar amenazados por situaciones de explotación, discriminación, y violencia. Por lo general los que los realizan son los llamados “chicos de la calle”. Entre ellos están los que durante el día deambulan por las calles de la ciudad en busca de estrategias que les permitan aportar económicamente a la familia y por las noches, vuelven a sus hogares  y los que ha han hecho de la calle su vivienda y allí sobreviven.
Lo cierto es que el trabajo infantil rompe con el concepto de la infancia como período en el que los niños deben recibir la protección y cuidados de los adultos y del ingreso a la escuela como  etapa previa al ingreso al mundo del trabajo.
                                                                                                 
Graciela de Celis